En un reciente operativo policial en Guanabacoa, La Habana, las autoridades descubrieron una significativa acumulación de combustible en la vivienda de un ciudadano cubano, identificado como Ángel. Este hallazgo, realizado en la calle San Francisco entre Máximo Gómez y Corral Falso, ha suscitado comentarios en las redes sociales, especialmente en el perfil “El Cubano Fiel”, conocido por su postura oficialista y su defensa de las acciones policiales en la isla.
Ángel fue capturado en el acto de cargar combustible en un vehículo, lo que ha levantado sospechas sobre su involucramiento en el comercio ilegal de este recurso. Según “El Cubano Fiel”, Ángel ya era conocido por sus actividades ilícitas relacionadas con el acaparamiento y venta de combustible “por la izquierda”, contribuyendo así a las dificultades que enfrentan los conductores cubanos, quienes deben soportar largas colas en los Servicentros.
Este incidente ha reavivado el debate sobre las causas subyacentes de la crisis de transporte en Cuba, que no solo se atribuyen a las acciones de individuos como Ángel, sino también a las políticas gubernamentales erráticas. La situación se complica aún más con el reciente anuncio del gobierno de un incremento de más del 500% en el precio de la gasolina a partir del 1 de febrero, según declaraciones del ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, en el programa “Mesa Redonda”.
Este ajuste de precios alinea el costo del combustible con la tasa de cambio actual de aproximadamente 120 pesos por dólar, lo que inevitablemente tendrá un impacto en los precios del transporte privado y otros servicios, como advirtió el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez. La medida, aunque considerada necesaria por el gobierno, ha generado preocupación entre los ciudadanos y economistas, quienes anticipan una nueva ola inflacionaria.
La decisión de vender combustibles en Moneda Libremente Convertible (MLC) en una red seleccionada de servicentros, anunciada a finales de 2023, busca atraer divisas frescas al país. Sin embargo, esta estrategia ha sido criticada por economistas cubanos, quienes advierten sobre las consecuencias inflacionarias de tales medidas en un contexto económico ya de por sí tenso.