La comunidad de Pinar del Río está de luto tras la trágica pérdida de una joven vibrante y querida, conocida entre sus amigos como Amanda, cuyo nombre en Facebook era Amy Dgonz. La noticia de su fallecimiento ha conmocionado a sus seres queridos, quienes han recurrido a las redes sociales para compartir su dolor y rendir homenaje a su espíritu alegre y su capacidad para infundir positividad.
El triste suceso tuvo lugar el 19 de enero, cuando una explosión de gas licuado se cobró la vida de Amanda, dejando un vacío en el corazón de quienes la conocían. Sus amigos y familiares han expresado su pesar, recordando la luz que Amanda aportaba a sus vidas con su actitud siempre optimista y su disposición a levantar el ánimo de los demás.
Una de sus amigas, Belina Rodríguez Peguero, compartió un emotivo mensaje en Facebook, reflejando el profundo impacto que Amanda tuvo en su vida: “Hoy falleció una amiga, una hermana, parte de mi familia y no dejo de pensar en todo lo que hablamos, esas noches donde no me dejaba dormir porque quería hacer planes del futuro. La vida son esos momentos donde somos felices y tengo que agradecer por todos los momentos que pasé junto a ella, nunca me permitió estar triste. Aunque hoy no puedo dejar de llorar siempre la recordaré con una sonrisa. Te quiero dónde quiera que estés Amy Dgonz EPD”.
El Cabaret Rumayor, uno de los lugares favoritos de Amanda, se ha mencionado en varios homenajes, donde amigos han compartido imágenes alegres para honrar su memoria y celebrar los momentos felices que compartieron.
Esta tragedia recuerda otros incidentes similares ocurridos en Cuba, como el fallecimiento de un chapistero identificado como Alberto en diciembre del año anterior, debido a la explosión de un botellón de oxígeno mientras trabajaba en un vehículo, y la pérdida de un mecánico de refrigeración en La Habana en junio, quien sucumbió a las heridas causadas por una explosión en su hogar mientras manipulaba balas de gas manufacturado.
La partida de Amanda deja una profunda huella en su comunidad, evidenciando la fragilidad de la vida y la importancia de atesorar cada momento compartido con nuestros seres queridos. Su legado de alegría y su espíritu inquebrantable permanecerán en el recuerdo de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla.