Motoristas temen salir de noche por ola de asaltos: “Te matan sin pensarlo para quitarte la moto”

Redacción

La creciente ola de delincuencia en Cuba ha generado un clima de temor y desconfianza entre los motoristas de la isla, quienes ahora se ven obligados a reconsiderar sus hábitos y rutinas diarias para evitar ser víctimas de violentos asaltos. La situación ha llegado a tal punto que algunos conductores han decidido limitar sus salidas nocturnas, optando por medios de transporte alternativos después de ciertas horas, a pesar del mayor costo que esto pueda implicar.

La inseguridad se ha intensificado especialmente en las calles solitarias y durante la noche, donde los semáforos se han convertido en puntos críticos para los robos. Los asaltantes no solo se conforman con robar las motos, sino que también recurren a la violencia extrema, utilizando armas blancas y causando lesiones graves a sus víctimas. Esta situación ha llevado a los motoristas a vivir en un estado constante de alerta y miedo.

La facilidad con la que las motos robadas pueden ser vendidas en el mercado negro agrava aún más el problema. La falta de registros adecuados y la posibilidad de alterar o eliminar los troquelados de identificación hacen que estas motos sean especialmente atractivas para los delincuentes, quienes pueden desarmarlas y venderlas sin mayores complicaciones.

Ante esta situación, los motoristas han hecho un llamado a las autoridades para que tomen medidas concretas y efectivas para garantizar la seguridad en las calles y combatir la delincuencia. Sin embargo, muchos sienten que la respuesta de la policía ha sido insuficiente y que se centra más en la represión de la población que en la protección efectiva contra los criminales.

La lucha contra las drogas también ha sido señalada como un aspecto crucial en la batalla contra la delincuencia, ya que muchos jóvenes se ven atraídos por este mundo peligroso. Los motoristas creen que es necesario un esfuerzo conjunto para abordar este problema y evitar que más jóvenes caigan en la trampa de la delincuencia.

En respuesta a la creciente inseguridad, algunos motoristas han propuesto unirse y tomar medidas por su cuenta para protegerse de los asaltantes. La idea de formar grupos para patrullar las calles y defenderse colectivamente ha ganado popularidad, aunque también plantea preocupaciones sobre la posibilidad de enfrentamientos violentos y la escalada de la violencia.

Los recientes incidentes, como el asesinato de un hombre de 51 años en La Habana y el asalto a una mujer en San José de las Lajas, han conmocionado a la comunidad y han puesto de relieve la gravedad de la situación. Estos hechos han reforzado la determinación de los motoristas de buscar soluciones y protegerse de la creciente amenaza de la delincuencia en Cuba.