Este miércoles marcó el inicio de una nueva etapa para Fernando David Conde Fernández, el pianista cubano cuya historia de talento y adversidad capturó el corazón de miles a través de las redes sociales. Conocido por su extraordinaria habilidad al piano a pesar de sus desafíos mentales, Fernando se convirtió en el centro de una campaña de solidaridad liderada por el humorista cubano Limay Blanco.
Limay, quien ha estado al frente de esta iniciativa, compartió en sus plataformas sociales el comienzo de las obras de rehabilitación en la modesta morada de Fernando. La brigada encargada de las reformas se ha propuesto mejorar significativamente las condiciones de vida del músico, incluyendo la renovación de la pintura, la instalación eléctrica, y la sustitución de puertas e inodoros para asegurar un entorno digno y seguro.
Durante la grabación de los avances, Limay informó que Fernando se encontraba en casa de su esposa, asegurando a sus seguidores que ya no era necesario contribuir económicamente al proyecto, dado el apoyo recibido. Agradeció también a la comunidad por el aliento, especialmente a una vecina que le brindó palabras de consuelo ante las críticas recientes.
Con entusiasmo, Limay anticipó el futuro concierto de Fernando, reafirmando su compromiso con el proyecto y desestimando las críticas, subrayando que solo Dios tiene derecho a juzgarlo. Reveló además que había bloqueado a cientos de usuarios en redes sociales por ataques personales.
En una conexión más íntima, Limay conversó con Fernando a través de una videollamada, instándolo a cuidar su renovada vivienda una vez finalizadas las obras. Esta interacción subrayó la cercanía y el compromiso del humorista con el bienestar del pianista.
La historia de Fernando y su lucha contra la esquizofrenia paranoica pasiva ha movilizado a la comunidad, tanto en Cuba como en el extranjero. La generosidad se ha manifestado en donaciones, ropa, zapatos, e incluso la promesa de un piano eléctrico por parte de un joven admirador en Estados Unidos.
La iniciativa ha trascendido lo material, ofreciendo a Fernando la oportunidad de compartir su música más allá de su hogar. Se anunció que tendrá una peña mensual en el local “Apretaíto” en Guanabacoa, brindándole una plataforma para su arte y una fuente de ingresos.
La comunidad artística y las organizaciones de apoyo continúan buscando formas de asistir a Fernando, incluyendo la gestión de medicamentos esenciales para su condición
