Sobadores, el arte de quitar el empacho o la indigesta al estilo cubano

Redacción

El arte de “sobar” en Cuba es una práctica tradicional y popular que se ha transmitido de generación en generación. Esta técnica de masaje, utilizada para aliviar malestares estomacales y otros síntomas, es una parte importante de la medicina popular y alternativa en la isla. A continuación, exploramos más sobre esta práctica curativa:

Orígenes y Tradición: El “sobar” es una técnica que se ha arraigado profundamente en la cultura cubana. Muchas familias pasan este conocimiento de padres a hijos, manteniendo viva la tradición.

Preferencia por lo Natural: Antes de considerar la medicina convencional, muchos cubanos optan por buscar a un sobador. Esta preferencia por métodos naturales y tradicionales es común en la isla.

Técnicas de Masaje: Los sobadores aplican diferentes técnicas según el malestar. Algunos se enfocan en masajear el estómago, mientras que otros trabajan en las piernas o los antebrazos, utilizando a menudo aceite doméstico para suavizar el masaje.

Aspecto Místico: Algunos sobadores incorporan elementos místicos en su práctica, como el uso de toallas y la realización de rituales o plegarias durante el masaje.

Absorción de la Enfermedad: Una variante menos común implica que el sobador absorbe la enfermedad del paciente. Aunque no es la práctica más extendida, muestra la diversidad de enfoques dentro de esta tradición.

Prevalencia en Otras Culturas: Aunque el “sobar” es prominente en Cuba, prácticas similares de sanación a través del masaje se encuentran en diversas culturas alrededor del mundo, especialmente en comunidades indígenas y rurales.

Perspectiva Médica: Algunos especialistas en gastroenterología reconocen que el masaje puede estimular puntos que favorecen la digestión, aunque no todos los médicos pueden explicar científicamente su efectividad.

Importancia en la Comunidad: Para muchos cubanos, especialmente aquellos con niños pequeños, conocer a un buen sobador es invaluable. A pesar de la disponibilidad de medicamentos modernos, la práctica del “sobar” sigue siendo una opción preferida por muchos.