En un acto de valentía y desafío, el Dr. William Pérez Ramírez, médico cubano enjuiciado y sentenciado arbitrariamente por el régimen de la isla, decidió romper el silencio que envuelve su caso. En un video difundido por el periodista Ernesto Morales, el profesional de la salud expresó su profunda inconformidad ante las acusaciones que enfrenta.
“Se me está sentenciando y culpando de homicidio por imprudencia porque yo había cambiado, cuando vi al paciente, el criterio que ya había tomado el especialista”, denunció el Dr. Pérez Ramírez. Su testimonio revela la complejidad y arbitrariedad del proceso judicial al que ha sido sometido. “Mi inconformidad es extrema, en todo momento me he sentido desprotegido durante este proceso. Creo que en este país los médicos estamos muy desprotegidos”, sentenció, destacando la vulnerabilidad de los profesionales de la salud en Cuba.
El médico y otros colegas enfrentaron juicios por “presunta responsabilidad penal relacionada con la atención médica a un paciente de 23 años de edad, politraumatizado en un accidente de tránsito ocurrido en el año 2021”, según la Dirección Provincial de Salud de Granma. Este hecho puso de manifiesto la situación crítica de la salud y el sistema judicial en la isla.
Ante las sentencias, el Dr. Alexander Jesús Figueredo Izaguirre, otro médico cubano afectado, también alzó la voz. Desde un país libre, destacó: “No soy el indicado para convocar nada dentro de Cuba, pero sí soy el que más cojones tuvo para denunciar todas las injusticias y alertar a todo el pueblo de las cosas que en materia de salud se veían venir”. Sus palabras resaltan el coraje necesario para enfrentar la represión y denunciar las irregularidades en el sistema de salud cubano.
El caso del Dr. William Pérez Ramírez y sus colegas se convierte en un símbolo de la lucha por la justicia y la libertad de expresión en el ámbito médico cubano. Este relato no solo ilustra las adversidades que enfrentan los profesionales de la salud, sino que también destaca la valentía de aquellos dispuestos a desafiar el silencio impuesto por el régimen.
