La historia de Fernando David Conde Fernández, un pianista cubano que ha capturado la atención de muchos en las redes sociales gracias a su excepcional habilidad musical, es una narrativa de pasión y resiliencia. Desde su más tierna infancia, Fernando David mostró un interés innato por el piano, un instrumento que para él trasciende su función musical para convertirse en una fuente de alegría y exploración creativa.
Fernando David recuerda cómo, siendo apenas un bebé, se sentía atraído por el piano, fascinado por ese «cajón de teclas» que despertaba su curiosidad. A la edad de un año, ya experimentaba con el instrumento, y con solo cinco años, comenzó su educación formal en el conservatorio. Para él, el piano no es solo un instrumento musical; es un juguete, una extensión de su ser, que le permite expresarse libremente.
Su esposa, Matilde Boada Edelma, relata cómo la vida de Fernando David ha estado marcada por desafíos, incluyendo vivir en una casa con condiciones precarias. Sin embargo, estos desafíos no han mermado su amor por la música. A pesar de enfrentar problemas de salud, como la esquizofrenia, el paranoico pasivo y la prediabetes, Fernando David sigue dominando el piano con una confianza y un control que él mismo describe con orgullo.
Recientemente, se anunció que Fernando David tendrá una peña fija cada mes en Guanabacoa, donde podrá compartir su talento y obtener algún sustento. Este espacio, llamado «El Apretaito», se ha convertido en un lugar donde Fernando David puede mostrar su arte y recibir el apoyo que merece.
La comunidad ha respondido con entusiasmo a su talento. Desde que Sor Ariagna Brito Rodríguez compartió videos de Fernando interpretando varias piezas musicales, incluido el Ave María, la gente en las redes sociales se ha movilizado para apoyarlo. Incluso, el exboxeador Lino Tomasen, conocido como «Hombre de Hierro Cubano», visitó a Fernando y le ofreció ayuda material y emocional.
La historia de Fernando David Conde Fernández es un testimonio del poder de la música para superar adversidades y unir a las personas. Su viaje musical, marcado por la pasión y la perseverancia, es una fuente de inspiración para muchos, demostrando que el arte puede florecer incluso en las circunstancias más difíciles.
