Violento Asalto con un bate a Plena Luz del Día: Testimonio Impactante desde La Habana

Redacción

En un alarmante testimonio desde La Habana, un cubano comparte la terrorífica experiencia de un asalto violento que sufrió a plena luz del día. Su relato amargo revela los detalles de cómo logró sobrevivir a este encuentro devastador que tuvo lugar en una concurrida avenida de la ciudad.

“Hoy en La Habana y en toda Cuba la vida no vale nada. Los slogans y las mentiras, promesas y sueños que nunca se concretarán nada valen ante una realidad que no puede ser tapada con un dedo”, lamenta Gerard Cass Mart. La fecha, el 16 de enero del 2024, marca el día en que su vida estuvo al borde del abismo, siendo atacado brutalmente por al menos tres delincuentes con la intención de robarle un simple celular.

La violencia alcanzó proporciones peligrosas cuando, según Cass Mart, fue atacado “a traición y violentado para robarme un simple celular. El golpe fue a matar; con un bate”. A pesar de la ferocidad del ataque, la narrativa toma un giro sorprendente cuando explica que dos personas salieron en su defensa, evitando así un desenlace fatal.

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La historia expuesta por Cass Mart refleja una realidad preocupante que va más allá de la violencia callejera. La inseguridad en La Habana se convierte en un reflejo de un sistema corrupto y malversador que parece carecer de soluciones para los problemas de la sociedad cubana. El testimonio destaca la impotencia frente a una autoridad que parece ineficaz y leyes que parecen letra muerta.

Sin embargo, la odisea no termina con el ataque. La falta de atención médica y la insensibilidad de las personas marcan otra etapa del calvario. “La insensibilidad de las personas, la falta de materiales y valores de la población y médicos fue el colofón del día”, relata Cass Mart. La dificultad para recibir atención médica se convierte en un reflejo de las carencias y crisis que enfrenta el sistema.

A pesar de todo, Cass Mart concluye su testimonio con una nota de desafío y determinación: “No me tocaba morir, pero el resto de vida que me queda voy a cantar las 40 a quien corresponda”. Esta historia, más que un simple relato de violencia, se convierte en un llamado de atención sobre la cruda realidad que enfrenta la población cubana en medio de una compleja crisis social y económica.