Descubriendo los Trucos Siniestros: Cómo los Estafadores Operan en los Cajeros Automáticos en Cuba

Redacción

En la era digital, los delincuentes han evolucionado sus métodos para estafar, y algunos de ellos están dirigidos directamente a los usuarios de cajeros automáticos. Estos dispositivos aparentemente seguros, ubicados en diversos lugares como sucursales bancarias, tiendas y gasolineras, esconden trampas diseñadas para el robo de dinero o datos de identidad.

La astucia de los estafadores se manifiesta en estrategias que a menudo pasan desapercibidas para los usuarios desprevenidos. Una táctica común es la colocación de distractores, como mensajes o letreros en los cajeros, diseñados para desviar la atención y ocultar modificaciones físicas realizadas en los dispositivos.

En el método conocido como “monta trampas”, los delincuentes bloquean el dispensador de dinero, aparentando un problema técnico. Mientras los clientes se retiran para presentar una queja al banco, los ladrones aprovechan para sacar el dinero.

El “tallado de tarjetas” implica la manipulación directa, donde un estafador convence al usuario de que la banda magnética de su tarjeta no es legible y ofrece limpiarla. En ese momento, realizan el cambio de la tarjeta.

La usurpación de PIN es otra táctica donde los delincuentes intentan obtener el código confidencial observando a través de cámaras ocultas, binoculares o aprovechando que el usuario no cubre el teclado.

Para evitar caer en estas artimañas, se recomienda precauciones como evitar cajeros poco iluminados o ubicados en lugares aislados. Además, es fundamental inspeccionar visualmente el cajero en busca de alteraciones y desconfiar de mensajes o letreros, ya que los bancos nunca solicitan información confidencial de esta manera.

Rechazar la ayuda de desconocidos en caso de problemas con el cajero, cancelar la operación antes de retirarse y siempre presionar la tecla Cancelar al finalizar una transacción son medidas esenciales para protegerse contra las estafas en cajeros automáticos. La vigilancia y la conciencia son tus mejores aliados en la lucha contra estos métodos engañosos.