En un rincón remoto de Cuba, en la Punta de Maisí, tres hermanos, Leonides Terrero Pérez y sus dos hermanos, enfrentan la dura realidad de vivir en una cueva en la zona de Pozo Azul Bagá. Su historia, capturada en un video por el youtuber Juan Carlos del canal “Vámonos con Juanka”, revela una vida marcada por la extrema pobreza y el olvido institucional.
Leonides, el mediano de los hermanos, relató que nació y ha vivido toda su vida en esta área, primero en una cisterna cercana y luego en la cueva. A pesar de sus problemas de salud, incluida la pérdida de la visión y complicaciones con hemorroides, se dedica a mantener el lugar y cuidar de los animales. Sus hermanos, que trabajan fuera, regresan a esta humilde morada que carece de las comodidades básicas.
El video muestra la precariedad de su hogar: camas rústicas, colchones delgados y utensilios de cocina limitados. Leonides mencionó que no han buscado ayuda médica ni reciben visitas de doctores, dependiendo de una partera local para asistencia médica.
La alimentación de los hermanos depende de lo que la naturaleza les ofrece: cocos, pescados y ocasionalmente carne, pero siempre de manera inestable. Esta existencia austera y aislada se asemeja a la de otros cubanos en situaciones similares, como Salvador Ortega, un anciano de 90 años que vive en una cueva en el Tercer Frente, Santiago de Cuba, y un hombre de 65 años en Matanzas que reside en una cisterna abandonada.
Estos casos ilustran la dura realidad de algunos cubanos que, por diversas razones, se encuentran viviendo en condiciones extremadamente precarias, lejos del alcance y la atención de las autoridades. La historia de los hermanos Terrero Pérez es un testimonio conmovedor de supervivencia y resiliencia en medio de circunstancias adversas, reflejando una faceta de la vida en Cuba que a menudo permanece oculta y olvidada.