Mario Alberto Urquía Carreño, Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, ha emitido una declaración oficial en respuesta al reciente incidente en el que se vieron involucrados 19,000 dólares pertenecientes al Asilo Nacional Masónico Llansó, dinero que estaba bajo su custodia en el momento del robo. En su comunicado, Urquía Carreño proporciona una detallada cronología de los eventos y expresa su descontento con el procedimiento seguido en la reunión extraordinaria del Patronato donde se discutió el asunto.
El Gran Maestro confirmó que el 5 de enero se percató de la desaparición de 12,340 euros y 6,660 dólares estadounidenses de su oficina, un total de 19,000 dólares en moneda convertible. Urquía Carreño describió el incidente como un “hecho lamentable” y admitió que guardó silencio sobre el asunto hasta el 9 de enero. Inicialmente, dio excusas al Soberano Gran Comendador (SGC) cuando se le solicitó una suma de 1,000 dólares, prometiendo entregarla personalmente más tarde.
Una vez informado el SGC sobre el robo, Urquía Carreño se ofreció a reponer los 1,000 dólares de su propio bolsillo, no por sentirse culpable, sino por un “compromiso moral”, ya que el dinero fue robado mientras estaba bajo su cuidado. En una reunión extraordinaria con el Patronato el 10 de enero, la mayoría de los miembros entendieron que el robo fue un acto despreciable y fuera de su control, y Urquía Carreño se comprometió a reponer el dinero.
Sin embargo, Urquía Carreño se mostró reacio a denunciar el robo a la policía, creyendo que una suma tan significativa “no debería estar fuera del banco” y preocupado por el posible “descrédito para la institución” si el robo se hacía público. A pesar de sus reservas, el acuerdo colectivo fue emitir un comunicado público sobre el incidente y presentar la denuncia correspondiente ante la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Urquía Carreño expresó su descontento con el hecho de que el comunicado se redactara en su ausencia, lo que consideró una “violación franca de lo acordado”. Además, sintió que el comunicado estaba sesgado en su contra, una perspectiva que no se había manejado en su presencia durante la reunión, lo que consideró otra violación de los acuerdos.
Durante la denuncia policial, Ángel Santisteban Prats, el Gran Tesorero, sugirió la posibilidad de un auto-robo, lo que fue confirmado por la policía como una línea de investigación. Urquía Carreño percibió que los eventos relacionados con el robo se manejaron con sospecha e intención de crear una opinión negativa en su contra.
Urquía Carreño también explicó cómo el dinero llegó a estar bajo su custodia, aceptando la propuesta de Ángel Santisteban Prats de ingresar el dinero en la Gran Logia de Cuba con la esperanza de que el Patronato lo depositara en el banco, como lo establecen las leyes. Añadió que la Gran Logia de Cuba, debido a la elección del Gran Tesorero en septiembre, solicitó la “Vigencia Bancaria a los Órganos pertinentes”, la cual fue entregada a finales de diciembre, pero aún no ha recibido respuesta del Banco Financiero Internacional (BFI).
Urquía Carreño justificó su decisión de no denunciar el robo inmediatamente a la PNR, argumentando que exponer los acuerdos internos del Patronato podría resultar en cuestionamientos legales y posibles auditorías del Estado al Asilo Nacional Masónico, con consecuencias legales impredecibles para el Asilo y los hermanos involucrados.
Ante la situación actual y presionado por los miembros del Patronato, Urquía Carreño ha decidido cancelar compromisos internacionales previamente asumidos y permanecer en el país para enfrentar cualquier situación que surja.
Este incidente sigue al caso del anterior Gran Maestro de la Logia de Cuba, Francisco Javier Alfonso Vidal, quien en 2021 viajó a México para un evento, renunció a su cargo y se quedó en ese país, alegando acoso por parte de la Seguridad del Estado. La Gran Logia de Cuba afirmó que este incidente, aunque inesperado y lamentable, no afectaría su trabajo.