Influencer rusa de visita en Varadero dice que no entiende cómo los cubanos se ven contentos pese a la escasez y los altos precios en Cuba

Redacción

La bloguera rusa, autora del blog “Viajar con una cámara”, compartió sus experiencias y reflexiones sobre su reciente viaje a Cuba, destacando las contradicciones y desafíos que enfrentan los cubanos en su vida cotidiana. Tras su estancia en un lujoso hotel de cinco estrellas en Varadero, su visita al centro comercial Plaza América le dejó perpleja y le hizo cuestionar la realidad económica de la isla.

“Imagina que eres una madre cubana, tu salario es de 30 dólares y tienes que de alguna manera mantener tu belleza y alimentar a tu familia”, se pregunta.

En Plaza América, la bloguera observó una variedad limitada de productos a precios exorbitantes para los estándares locales, lo que contrasta drásticamente con el salario promedio de un cubano. Señaló la dificultad que enfrentan los residentes para adquirir productos básicos, como el queso, que requieren no solo una gran parte de su salario sino también la necesidad de cambiar pesos por dólares.

La bloguera también reflexionó sobre la actitud de los cubanos ante su situación económica, mencionando que, a pesar de las dificultades, parecen mantener una actitud positiva y alegre. Esta observación la llevó a cuestionar cómo los cubanos logran mantener su espíritu en medio de tales desafíos.

“Los precios, para los estándares locales, son absolutamente desorbitados. Y hay que pagar en dólares. Es decir, si un cubano quiere comprar queso, no sólo tendrá que pagar una mensualidad por un kilo, sino también algún sitio donde cambiar pesos por dólares. Lo único que no escasea es el ron”, agrega.

Además, compartió consejos para futuros viajeros a Cuba, basados en su experiencia en el hotel Iberostar Laguna Azul. Destacó la importancia de las propinas y regalos para recibir un servicio adecuado, advirtiendo que sin ellos, los turistas podrían enfrentar negligencia en el servicio. También alertó sobre la seguridad de las pertenencias personales, tanto en las habitaciones del hotel como en la playa, donde los objetos dejados sin vigilancia podrían desaparecer.

En resumen, la experiencia de la bloguera rusa en Cuba revela las complejidades y contradicciones de la vida en la isla, donde la belleza y la hospitalidad coexisten con la pobreza y las dificultades económicas. Su relato ofrece una perspectiva única sobre la realidad cubana, vista a través de los ojos de una extranjera acostumbrada a un nivel de vida diferente.