En Hialeah y Tampa, Florida, un joven cubano llamado Yandry Roque Pando ha creado un dulce rincón de nostalgia y sabor con su pastelería, Ena’s Secret Bake. Este emprendimiento familiar no solo es un negocio, sino también un puente que conecta a la comunidad migrante cubana en Estados Unidos con los sabores de su tierra natal.
Yandry, con la ayuda invaluable de sus abuelos, ha logrado recrear una variedad de dulces típicos cubanos, incluyendo la icónica «cajita de cumpleaños», un elemento esencial en las celebraciones de la isla. Los abuelos de Yandry no solo aportan sus habilidades en la cocina, sino que también se han convertido en los embajadores de la pastelería, protagonizando publicaciones auténticas y entrañables en las redes sociales para promocionar sus productos.
Uno de los videos promocionales muestra a Yandry anunciando con entusiasmo: «La cajita cubana, la cajita de los 15 de Jacqueline, aquí en la 104 de Hialeah dr. La croqueta, pan con pasta, panetela borracha, la ensalada de la abuelita… Corran para acá, que esto está bueno aquí». Este tipo de contenido ha ayudado a Ena’s Secret Bake a ganar popularidad y cariño entre la comunidad.
La pastelería ha tocado las fibras más sensibles de los cubanos en el exilio, como se evidenció en septiembre pasado cuando una joven migrante cubana se emocionó hasta las lágrimas al probar una de sus cajitas de cumpleaños. Este momento, capturado en un video viral, refleja el poder de la comida para evocar recuerdos y emociones, especialmente entre aquellos que están lejos de su hogar.
