En un trágico suceso en Centro Habana, un joven cubano llamado Osmell Ramos fue asesinado a puñaladas mientras trabajaba en un agromercado en el barrio Colón. Ramos, de 35 años y originario de Guantánamo, era padre de un niño.
El reportero de sucesos Niover Licea, conocido en las redes sociales como «Nio reportando un crimen», informó en Instagram que el presunto asesino, también de Guantánamo, tenía problemas previos con Ramos y fue a buscarlo a su lugar de trabajo. Actualmente, el sospechoso se encuentra prófugo de la justicia.
Según Licea, todo apunta a que el crimen fue un ajuste de cuentas. Un audio compartido por el reportero revela más detalles del incidente. Al parecer, el agresor se acercó a Ramos como si fuera a comprar algo, aprovechando para atacarlo cuando se dio cuenta de que estaba solo. Aunque Ramos logró esquivar la primera puñalada, un segundo ataque en el pulmón le causó un neumotórax, agravado por su condición asmática, lo que finalmente le costó la vida.
La activista política Glenda Rancaño, quien conocía a Ramos, expresó su pesar por la muerte del joven y criticó al gobierno cubano por su inacción ante el creciente número de delitos y actos violentos en el país. En su cuenta de Twitter, Rancaño describió a Ramos como un «muchacho buenísimo y super joven» y condenó la violencia que, según ella, ha convertido a Cuba en un «cementerio de personas asesinadas y desaparecidas todos los días».