El Gran Maestro y copresidente del Patronato de la Gran Logia Masónica de Cuba, Mario Alberto Urquia Carreño, se encuentra en el centro de un escándalo tras admitir el robo de 19 mil dólares de una caja fuerte perteneciente al Asilo de ancianos de la institución. Este hecho ha sacudido los cimientos de la comunidad masónica en Cuba, generando una ola de consternación y desaprobación.
La situación salió a la luz en una Información Especial del Patronato del Asilo Masónico, donde el Poderoso Soberano Gran Comendador para el Grado 33º de la República de Cuba, José Ramón Viñas Alonso, reveló los detalles del incidente. Según Viñas Alonso, Urquía Carreño se había ofrecido voluntariamente para custodiar la caja fuerte en su residencia. Sin embargo, tras ser presionado por el Patronato, confesó haber sustraído el dinero y se comprometió a devolverlo antes de marzo.
La gravedad del asunto llevó a Viñas Alonso a convocar una reunión de emergencia. Durante esta reunión, se tomó conocimiento de los
planes de viaje del Gran Maestro, lo que llevó al Patronato a recomendarle que no saliera del país hasta que no repusiera la totalidad del dinero sustraído. Además, se procedió a presentar una denuncia formal ante la Estación de la Policía de Zanja, en Centro Habana, marcando un precedente significativo en la historia de la institución.
Originalmente, la caja fuerte se encontraba en el Asilo ubicado en La Güinera, pero debido a la creciente delincuencia en el país, se decidió trasladar los 19 mil dólares a una ubicación más segura en la Gran Logia de Cuba. Fue durante este traslado cuando Urquía Carreño se ofreció a proteger los fondos. Sin embargo, cuando el Asilo necesitó acceder al dinero para comprar alimentos, Urquía Carreño se negó a entregarlo, desencadenando los eventos que llevaron a su confesión.
La reunión de emergencia, celebrada el pasado 10 de enero, concluyó con la decisión unánime de denunciar el hecho a la policía y de informar detalladamente a los miembros de la masonería sobre los acontecimientos. Durante la reunión, Urquía Carreño asumió la responsabilidad de sus actos y se comprometió a devolver el dinero robado.
Este incidente se produce en un contexto donde, en enero del año anterior, el entonces Gran Maestro de la Logia de Cuba, Francisco Javier Alfonso Vidal, también se vio envuelto en controversia al abandonar su cargo y acusar de acoso a la Seguridad del Estado tras un viaje a México.
A pesar de estos sucesos, los miembros de la Gran Logia de Cuba han asegurado que estos eventos lamentables no afectarán el trabajo y la integridad de la institución. Este compromiso refleja la resiliencia y la determinación de la comunidad masónica en Cuba para mantener sus valores y principios, incluso frente a desafíos internos de gran magnitud.