El trágico accidente ocurrido en la Autopista Nacional de Cuba, en la provincia de Sancti Spíritus, ha dejado un saldo de al menos tres personas fallecidas y varios lesionados. El incidente, que involucró un auto de turismo y una rastra cargada de naranjas, ha conmocionado a la comunidad local y ha sido ampliamente reportado por medios independientes como La Hora de Cuba.
El choque se produjo cerca del Kilómetro 349, en el poblado de Taguasco. Según los informes, el automóvil de turismo colisionó con la rastra, que además de llevar una carga de naranjas, transportaba pasajeros sobre la misma. Como resultado del impacto, la rastra quedó volcada a un costado de la carretera, esparciendo las naranjas y causando la muerte y lesiones a varias personas.
Henry Constantin, periodista de La Hora de Cuba, describió que el auto de turismo quedó severamente dañado en su parte delantera. Las imágenes del accidente muestran la rastra volcada al lado de la carretera, con las frutas dispersas alrededor.
Además del impacto del accidente en sí, ha habido una reacción notable en las redes sociales por parte de los cubanos, quienes se han mostrado sorprendidos por la presencia de naranjas dulces en el país. Algunos comentarios destacan que hay jóvenes de 16 años en la isla que nunca han tenido la oportunidad de conocer o probar este cítrico, lo que refleja las dificultades y limitaciones en la disponibilidad de ciertos alimentos en Cuba
. Este aspecto del incidente ha resaltado no solo la tragedia del accidente en sí, sino también las complejidades y desafíos que enfrentan los cubanos en su vida cotidiana, incluyendo el acceso limitado a diversos tipos de alimentos y productos básicos.
El accidente y sus consecuencias han generado una amplia discusión en las redes sociales y entre la población local, poniendo de relieve tanto la seguridad vial en la isla como las condiciones socioeconómicas que enfrentan sus habitantes. La pérdida de vidas y las lesiones sufridas por los involucrados en el accidente han sido motivo de luto y preocupación, mientras que la sorpresa por la carga de naranjas dulces ha abierto un debate sobre la disponibilidad de recursos y la calidad de vida en Cuba.