Ulises Toirac, el reconocido humorista cubano, ha dejado de lado las risas para exponer una conmovedora historia que revela la difícil realidad que enfrentan algunos niños en Cuba. A través de sus redes sociales, Toirac compartió una experiencia desgarradora que tuvo lugar en una escuela primaria, desatando cuestionamientos hacia el gobierno.
La narrativa se centra en un incidente ocurrido en el aula de la hija de una amiga de Toirac, donde un niño, motivado por la necesidad, robó la merienda de otro niño. La comida sustraída era sencilla: un pan con un poco de aceite y sal, acompañado de un pomo de agua con azúcar. Cuando la maestra descubrió el acto, instruyó a los alumnos a abrir sus mochilas, revelando al niño avergonzado como el responsable. La razón detrás del robo es desoladora: «Anoche no comimos en mi casa y quería llevarle algo a mi hermanita».
Este episodio llevó a Ulises Toirac a expresar públicamente su preocupación y a dirigir preguntas directas al gobierno a través de su perfil de Facebook. Dirigiéndose a «los de la azotea», en una clara referencia a las autoridades gubernamentales, cuestionó: «Psst psst… ¿van a seguir experimentando?».
La crítica de Toirac no es un hecho aislado; se suma a otras expresiones recientes en las que ha manifestado su descontento con las políticas del gobierno cubano. En la misma semana, el humorista levantó la voz en contra del próximo aumento del precio de la gasolina, programado para el 1 de febrero. Puso en duda la originalidad de estas «nuevas» medidas económicas, comparándolas con intentos anteriores del gobierno de disfrazar sus fracasos económicos con frases grandilocuentes y «épicas».