La entrevista de Irela Bravo en el programa de Alexander Otaola continúa generando polémica en Miami, ahora de una manera inesperada: a través de una parodia musical que utiliza la conocida guaracha «María Cristina» de Ñico Saquito como su base. La adaptación, presentada en el programa La Mesa Nostra de America Tevé, no solo arrancó risas, sino que también acentuó las ambigüedades de la actriz.
La parodia, ingeniosamente creada por el conductor del programa, Omar Moynelo, y su equipo, utiliza la música cubana para expresar las evasivas de Irela Bravo durante la entrevista. Con letras modificadas, la canción inicia burlándose de la situación: «Irela Bravo se acaba de quedar, y mucha gente opina diferente… Esto Miami lo tiene bien caliente, porque algunos piensan que viene a chivatear».
Las risas continúan al abordar el momento crucial del diálogo original con frases como «yo no puedo», «no lo hago», «tengo miedo», refiriéndose a las negativas de la actriz para emitir opiniones críticas. La parodia destaca la ironía al hacer referencias humorísticas a temas delicados: «Condena a Díaz-Canel, que yo no puedo; insulta tú a Fidel, que no lo hago; habla de los presos, yo soy artista».
En el programa, los panelistas se suman al análisis de la situación generada por la entrevista. Mientras algunos critican las evasivas de Irela, otros adoptan una perspectiva más comprensiva, destacando la necesidad de regresar a Cuba para cuidar de su madre nonagenaria como el motivo subyacente de sus actitudes ambiguas.
Alexander Otaola, por su parte, añade su opinión sobre la entrevista, catalogando a Irela Bravo como parte de los inmigrantes del «pan con bistec». Para Otaola, estos son cubanos que buscan una vida tranquila en Estados Unidos sin tomar partido contra la dictadura, regresando ocasionalmente para mostrar su prosperidad frente a los que continúan en la isla.