Un reciente artículo en la prensa vasca ha revelado un ambicioso proyecto entre la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y el País Vasco, que podría incluir la construcción de un puente colgante en la capital cubana. Este proyecto forma parte de un Plan de Protección del Patrimonio Industrial de la Bahía de La Habana y otras iniciativas culturales y de rehabilitación.
Publicado en Deia, el artículo destaca que La Habana busca enfrentar desafíos globales como la presión turística, el cambio climático y la eficiencia energética en rehabilitación, aprendiendo del desarrollo tecnológico del País Vasco. La colaboración, que lleva más de veinte años, involucra al Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico de Tecnalia en Cuba y cuenta con el apoyo de la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo del Gobierno vasco.
El proyecto incluye cuatro acciones concretas: un plan de protección patrimonial, formación profesional, rehabilitación de un edificio industrial para uso cultural y la activación de rutas de interpretación del patrimonio industrial en La Habana. Sin embargo, el artículo no proporciona detalles sobre la financiación, los costos o las ubicaciones específicas de las obras.
Especialistas cubanos han visitado lugares de interés cultural en el País Vasco, como el Puente Colgante y la ría de Bilbao, para inspirarse en sus modelos de gestión patrimonial y cultural. El plan de formación busca capacitar a más de cincuenta profesionales cubanos en digitalización y adaptación a los riesgos climáticos y mejoras medioambientales en rehabilitación.
A pesar de estos planes ambiciosos, el artículo parece ignorar el grave deterioro constructivo de La Habana, donde el peligro para sus habitantes debido a la infraestructura en mal estado es una preocupación constante. Mientras tanto, el gobierno cubano parece centrarse en proyectos para el turismo, como la posible construcción de un puente colgante, lo que ha generado críticas por la aparente desconexión entre las inversiones en infraestructura turística y las necesidades reales de los habitantes de La Habana.