El gobierno cubano ha anunciado un aumento del 20% en el precio de las balitas de gas licuado, una medida que afectará a aproximadamente 1.7 millones de clientes en el país. A partir del 1 de marzo, el precio de una balita de 20 libras de gas licuado subirá de 180 a 225 pesos cubanos (CUP).
Este incremento se produce en un contexto de dificultades económicas y sin un aumento correspondiente en los salarios, lo que ha generado preocupación entre la población. El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció en la Mesa Redonda el aumento del precio del gas licuado, justificándolo como una medida para eliminar un subsidio que el Estado ya no puede mantener debido a las dificultades financieras, incluyendo el impacto del «bloqueo».
De la O Levy explicó que el gas licuado es un producto totalmente importado y que su precio ha estado subsidiado. El aumento de 45 CUP en el precio de la balita de gas, según el ministro, busca eliminar este subsidio. Sin embargo, hay dudas sobre si este incremento realmente elimina el subsidio, ya que el costo de producción y comercialización del gas licuado, incluyendo la importación de componentes necesarios y los costos de distribución, sugiere que el precio real debería ser mucho más alto.
El ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, enfatizó la gradualidad en la implementación de estas medidas y mencionó que se dará un tratamiento especial a las personas o núcleos familiares vulnerables para afrontar estos incrementos. Se espera que trabajadores sociales y otras entidades gubernamentales asistan a aquellos que enfrenten dificultades debido a estos cambios.
Esta medida forma parte de un conjunto de acciones del gobierno cubano para «corregir distorsiones y reimpulsar la economía», que también incluye aumentos en los precios de la electricidad y otros servicios básicos. La implementación de estas medidas ha sido objeto de debate y análisis, tanto por su impacto en la población como por su efectividad en abordar los desafíos económicos del país.
