El Santuario Nacional de San Lázaro, también conocido como El Rincón, fue testigo de un evento lleno de alegría y tradición el pasado 5 de enero, con la visita de los Reyes Magos de Oriente. Este acontecimiento, que coincide con la celebración de la Epifanía del Señor, fue destacado por la institución en su perfil de Facebook, donde compartieron imágenes de este momento especial.
La iglesia de El Rincón se llenó de niños y felicidad durante la visita de los Reyes Magos, una ocasión en la que la iglesia celebra la manifestación de Cristo a las Naciones. Según el Evangelio de San Mateo (capítulo 2, versículos 1 al 12), los Reyes Magos, también conocidos como sabios, dejaron su tierra y cultura para buscar al rey profetizado que salvaría al mundo y gobernaría con justicia.
Melchor, Gaspar y Baltasar, los Reyes Magos según la tradición cristiana, eran en realidad sacerdotes eruditos del Antiguo Oriente. La historia cuenta que al nacer Jesús, le llevaron regalos significativos: oro, reconociendo su realeza; incienso, en honor a su divinidad; y mirra, en previsión de su muerte temprana, ya que se usaba para embalsamar a personas importantes en esa época.
Con el paso de los siglos, la tradición cristiana ha fortalecido el respeto, cariño e ilusión por la llegada de los Reyes Magos, quienes traen mensajes de amor y paz, así como regalos para los niños.
En Cuba, el régimen comunista había interrumpido esta tradición, y muchas generaciones crecieron sin recibir regalos en el Día de Reyes. Sin embargo, en años recientes, la tradición ha comenzado a resurgir. Aunque la celebración del Día de Reyes Magos, el 6 de enero, no es una práctica extendida en Cuba, cada vez más personas se suman a la festividad, a pesar de las dificultades económicas que impiden a muchos padres comprar obsequios para sus hijos.
Este año, varias comunidades en Cuba, incluyendo Cienfuegos y la Diócesis de Santa Clara, organizaron cabalgatas de Reyes Magos, llevando un mensaje de paz y fraternidad en medio de las carencias. La cabalgata en Cienfuegos contó con una participación multitudinaria, y en Santa Clara, los niños tuvieron la oportunidad de tomarse fotos con estos icónicos personajes, reviviendo así una tradición llena de significado y esperanza.