En Sibanicú, Camagüey, una situación inusual ha captado la atención y generado críticas: la Empresa Provincial de Transporte ha implementado el uso de un camión para remolcar la parte trasera de un carro fúnebre para el traslado de fallecidos. Esta medida ha sido interpretada como un reflejo de las severas carencias y la decadencia que enfrenta Cuba.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos difundió en su cuenta oficial de Twitter imágenes de este improvisado vehículo fúnebre. La publicación, acompañada de fotografías, muestra un camión arrastrando la sección trasera de un carro fúnebre, donde se coloca el féretro.
El periodista cubano José Raúl Gallego reaccionó a estas imágenes con sorpresa y desaprobación, destacando la gravedad de la situación con su comentario: “Ni Titón se atrevió a tanto”.
Este no es un caso aislado en Cuba, ya que en los últimos meses han circulado en redes sociales imágenes de otros inventos similares. Por ejemplo, un usuario de Facebook compartió fotos de un tractor en Banes, Holguín, utilizado para remolcar la parte trasera de una camioneta adaptada para transportar féretros.
En Villa Clara, se introdujo el “triciclo fúnebre” en octubre pasado, un vehículo eléctrico diseñado específicamente para el traslado de ataúdes.
La crisis que atraviesa Cuba ha tenido un impacto significativo en los servicios funerarios en todo el país. La escasez de recursos y vehículos adecuados ha llevado a situaciones en las que los familiares de los fallecidos se han visto obligados a utilizar medios alternativos para el transporte de féretros, incluyendo camiones y hasta carretones tirados por caballos. Estos métodos no convencionales reflejan las dificultades y desafíos que enfrentan los cubanos en su vida cotidiana, incluso en momentos tan delicados como el duelo y el último adiós a sus seres queridos.