La crónica de un engaño reciente en La Habana revela la historia de Yanet Lázara Díaz Álvarez, una cubana que utilizó artimañas para estafar a vendedores durante una feria comercial en la capital cubana. Las autoridades de La Habana tomaron medidas rápidas al detener a Díaz Álvarez a finales de diciembre en el distrito de Marianao, donde había estado llevando a cabo su conducta fraudulenta.
«Se hacía pasar por inspectora provincial, utilizando un chaleco de una entidad ya desaparecida para engañar a los asistentes y solicitar dinero», informó el vocero de la Dirección de Inspección Provincial. Este inusual modus operandi llamó la atención de las autoridades, quienes, tras su detención, difundieron el carnet de identidad de Díaz Álvarez en las redes sociales, alertando a la comunidad sobre sus actividades ilícitas.
La entidad que la mujer pretendía representar, la DIS (Dirección Integral de Supervisión), dejó de existir en 2021, lo que añadió un elemento intrigante a la historia. Las autoridades, en colaboración con la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), llevaron a cabo una investigación exhaustiva para desentrañar el alcance completo de la estafa. Como resultado, Díaz Álvarez fue trasladada a la Sexta Estación de Policía en Marianao, donde enfrenta cargos por usurpación de funciones públicas, según lo estipulado en el artículo 19 del Código Penal cubano.
Este incidente no es un caso aislado, sino que se suma a un patrón creciente de estafas y fraudes en medio de la difícil situación económica que enfrenta Cuba. En julio del año pasado, las autoridades detuvieron a otro individuo que también se hacía pasar por inspector de la Dirección Provincial Integral de Supervisión y Control (DISC) en La Habana.
La Asamblea Municipal del Poder Popular de Centro Habana informó que este individuo fue capturado con documentación falsa y por su comportamiento fraudulento. Estos casos ponen de manifiesto la urgencia de abordar la problemática de los fraudes, especialmente en el contexto de la economía desafiante que vive el país, donde la vulnerabilidad de los vendedores y comerciantes se ve exacerbada.
