La tragedia que envuelve la muerte de Annier González, un joven cubano de 18 años que se quitó la vida durante el Servicio Militar Obligatorio en la prisión Combinado del Sur, Matanzas, persiste más de dos años después. Su padre, Julio Cesar Correa Hernández, ha compartido un desgarrador mensaje que refleja el sufrimiento continuo y la ausencia de justicia en este doloroso proceso.
«Otro fin de año más sin mi único hijo varón, mi hijo que me lo quitaron de mi vida, otro año sufriendo, otro cumpleaños más con su ausencia, otro año más sin justicia, pero ya llegará se los aseguro», expresó Correa Hernández, evidenciando la profunda herida que persiste en su corazón.
En otra publicación, el padre envía saludos y felicitaciones por el nuevo año a sus amistades, pero no puede evitar recordar a su hijo: «Mi niño pasarán miles de años pero siempre estarás en mi corazón, un fuerte abrazo hasta el cielo». Este gesto revela la difícil realidad de aquellos que han perdido a seres queridos en circunstancias trágicas, dejando un vacío imposible de llenar.
A lo largo de los años, Julio César ha mantenido viva la memoria de su hijo y ha persistido en la búsqueda de justicia. En un mensaje lleno de dolor, se disculpa con su hijo por no darse cuenta a tiempo de la necesidad de sacarlo de un entorno que contribuyó a su sufrimiento. La injusticia, lamentablemente, parece ser moneda corriente en el contexto cubano, donde el servicio militar obligatorio se convierte en un escenario de tragedias que quedan impunes.
Alfredo González, otro padre que compartió su dolor en el grupo de Facebook «No más muertes en el servicio militar en Cuba» el año pasado, resaltó la falta de justicia y la triste realidad que enfrentan quienes han perdido a sus seres queridos en circunstancias similares.