En Cuba, la situación en torno a la compra de combustible se ha vuelto cada vez más complicada, según informes recientes del oficialismo. El periodista Lázaro Manuel Alonso, afiliado al régimen, destacó en su cuenta de Facebook que, debido a la creciente dificultad para adquirir gasolina y diésel, han surgido en las redes digitales, especialmente en grupos de Facebook y WhatsApp, ofertas de venta de estos combustibles. Estas ventas parecen ser realizadas por individuos que tienen ciertos privilegios o accesos especiales.
En medio de esta situación, el régimen cubano anunció planes para abrir una red de estaciones de servicio en 2024 que venderán gasolina en moneda libremente convertible (MLC). La Agencia Cubana de Noticias (ACN) citó al ministro de Economía, Alejandro Gil, quien explicó que estas estaciones se enfocarán en la captación de divisas extranjeras para el régimen.
Este anuncio forma parte de un conjunto de medidas económicas reveladas por el régimen a finales de 2023. Entre estas medidas se incluye un aumento en los precios de los combustibles para el año en curso, una decisión confirmada por Gil.
El impacto de estas medidas ya se está sintiendo en la isla. Imágenes difundidas el 1 de enero mostraron largas filas en las gasolineras de La Habana, una consecuencia directa del incremento en los precios del combustible. Pero no solo los combustibles han visto un aumento en sus precios; otros servicios básicos como el gas licuado, el agua, la electricidad y el transporte público también experimentarán incrementos.
Uno de los aumentos más significativos es el de la tarifa eléctrica para viviendas de alto consumo. Aquellos hogares que superen los 500 Kw/h al mes verán un incremento del 25% en su factura eléctrica. Estos cambios reflejan la compleja situación económica en Cuba y las medidas que el régimen está tomando en respuesta a ella.