En los días que precedieron la llegada del nuevo año 2023, dos habilidosos pescadores deportivos cubanos, Alexander Leyva Rodríguez y Carlos González, lograron una hazaña notable en las aguas cercanas a La Habana. Armados con su licencia de pesca vigente, estos dos hombres capturaron un impresionante tiburón martillo en la Playa Guanabo, un evento que pronto capturó la atención de muchos.
El tiburón martillo, también conocido como cornuda cruz, es una especie marina que generalmente se encuentra en profundidades que van desde la superficie hasta los 20 metros, aunque es capaz de habitar en aguas de hasta 200 metros de profundidad. La captura de un ejemplar de esta especie es un logro significativo, dada su habilidad para nadar en profundidades considerables.
La noticia de esta captura se difundió rápidamente cuando Alexander Leyva Rodríguez compartió en su perfil de Facebook una imagen del tiburón, ya inerte, sobre la arena de la playa. La fotografía mostraba al escualo en toda su magnitud, causando asombro y sorpresa entre los testigos y seguidores en las redes sociales por el tamaño del animal.
Sin embargo, no todo fue admiración y asombro. Una acusación surgió entre los comentarios de la publicación, donde una persona cuestionó la legalidad de la captura. El individuo acusó a los pescadores de utilizar tanques de oxígeno para bucear y atrapar al tiburón, una práctica que estaría fuera de las normas establecidas.
Ante esta acusación, Leyva Rodríguez y González respondieron con firmeza y orgullo. «Nuestra licencia de pesca nos permite operar durante los fines de semana y días festivos, y estábamos precisamente en un período festivo. Capturamos al tiburón únicamente con nuestras habilidades de buceo a pulmón y con varilla. Nos enfrentamos a cualquier desafío que se nos presente, sin importar el tamaño», afirmaron, destacando su destreza y condición física para realizar una captura tan impresionante.
Este incidente no es el primero de su tipo en la reciente historia de la pesca cubana. Hace apenas unas semanas, un grupo de jóvenes pescadores cubanos logró capturar otro tiburón vivo. El video de este evento se volvió viral, mostrando el esfuerzo y la destreza necesarios para manejar al peligroso animal sin sufrir daños.