En su mensaje de fin de año, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel instó a la nación a abordar el 2024 con entusiasmo y alegría. Este mensaje, difundido en la cuenta oficial de X de la Presidencia de Cuba, estuvo impregnado de las habituales consignas optimistas, a pesar de la realidad que enfrenta el país.
Díaz-Canel, en su discurso, atribuyó las dificultades de Cuba al embargo estadounidense, describiéndolo como una política cruel y de larga duración. «No hemos llegado al 65 aniversario de la revolución para rendirnos o entregar nuestras banderas», afirmó, haciendo hincapié en la resistencia y la determinación revolucionaria.
A pesar de la grave crisis económica y el éxodo masivo de más de 400,000 cubanos en los últimos dos años, el discurso del presidente rebosaba un triunfalismo que parecía desconectado de la realidad. «Nuestra tarea es desmantelar cada ladrillo del bloqueo con creatividad, sabiendo que nadie lo hará por nosotros», expresó, reafirmando la idea de que la revolución es un esfuerzo colectivo y continuo.
El mensaje de Díaz-Canel reiteró los temas comunes de la propaganda del régimen, enfatizando la unidad y la lucha contra los desafíos. «La revolución no es la obra de un día, de un año, ni siquiera de 65 años. Es una idea, una voluntad», declaró, subrayando la importancia de la perseverancia y la colaboración.
Recientemente, en un intento por calmar el creciente descontento en Cuba, Díaz-Canel sugirió que el 2024 debería ser un año de esperanza y progreso. Durante una sesión de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santa Clara, reconoció las dificultades enfrentadas debido al «recrudecimiento del bloqueo», pero mantuvo un tono esperanzador para el futuro.
El gobierno cubano, cada diciembre, renueva sus promesas de un futuro más próspero, a pesar de que muchos ciudadanos se encuentran al borde de la pobreza extrema. El régimen admitió recientemente que la inflación se ha disparado y que las medidas económicas implementadas han fracasado, lo que contrasta con el tono optimista de los discursos oficiales.