En un reciente discurso, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, expresó su visión optimista para el próximo año, a pesar de los desafíos económicos y sociales que enfrenta la isla. Durante su intervención en la Asamblea Municipal del Poder Popular en Santa Clara, Díaz-Canel reconoció que el país ha vivido un año extremadamente difícil, marcado por un embargo estadounidense intensificado, errores internos y tendencias negativas en varios sectores.
«Hemos vivido un año sumamente duro, con el bloqueo recrudecido pero el 2024 debemos convertirlo en punto de inflexión. Que nos acerque a la esperanza y nos dé más luz», señaló.
El mandatario cubano se refirió al 2024 como un año potencialmente transformador, una oportunidad para acercarse a la esperanza y recibir más luz. Esta declaración se produce en un contexto de creciente descontento popular en Cuba, donde muchos ciudadanos enfrentan condiciones de vida cada vez más difíciles.
Díaz-Canel atribuyó parte de la crisis actual al embargo impuesto por Estados Unidos, pero también admitió fallos y tendencias negativas dentro de la isla. Según informes de Radio Habana Cuba, el presidente anunció que el próximo año se realizará un enfoque integral en los asuntos económicos, ideológicos y sociales.
Cada diciembre, el régimen cubano renueva sus promesas de prosperidad y mejora, pero la realidad en la isla ha sido una creciente marginación de amplios sectores de la población hacia la pobreza extrema. A finales de 2022, el gobierno prometió un 2023 mejor, pero recientemente tuvo que admitir que la inflación se ha disparado y que las medidas económicas implementadas han fracasado.