La ministra de Comercio Interior de Cuba, Betsy Díaz Velázquez, ha emitido una advertencia a la población cubana sobre los inminentes cambios en el precio de la canasta básica normada, aunque ha asegurado que estos no se implementarán en enero. En una entrevista con el medio estatal Canal Caribe, Díaz Velázquez abordó las próximas «medidas correctoras de distorsiones» que el gobierno planea aplicar, incluyendo ajustes en la libreta de abastecimiento.
La ministra reconoció que en los últimos meses el gobierno ha enfrentado dificultades para mantener el suministro regular de productos incluidos en la libreta de abastecimiento. Algunos productos se han distribuido de manera irregular, mientras que otros no han llegado a las bodegas. Según Díaz Velázquez, el aumento en el precio de la canasta básica se alineará con el incremento de los costos de importación y producción nacional, y se implementará de forma gradual.
La funcionaria subrayó que el gobierno cubano tiene planes para proteger a las personas en situación de vulnerabilidad económica, asegurando su acceso a estos productos esenciales. Sin embargo, no proporcionó detalles específicos sobre cómo se determinará quiénes califican como «vulnerables» ni cómo se llevará a cabo esta selección. En el contexto actual, una gran parte de la población cubana se considera en situación de vulnerabilidad.
Estas declaraciones se producen en un momento en que el régimen cubano ha estado preparando a la población para una reducción en los subsidios de la canasta básica. El objetivo declarado es cambiar el enfoque de subvencionar productos a subvencionar a personas en situación de vulnerabilidad. Esta semana, el ministro de Economía de Cuba, Alejandro Gil Fernández, describió la canasta básica como una «distorsión» que necesita ser corregida.
Gil Fernández señaló que existe una percepción generalizada entre la población cubana de que el subsidio se aplica de manera uniforme a todos los ciudadanos, sin tener en cuenta las diferencias en los niveles de ingresos y capacidad adquisitiva. Estas declaraciones han generado preocupación entre los cubanos, ya que la eliminación de los alimentos subsidiados de la libreta de abastecimiento podría dejar a millones de familias sin recursos suficientes para alimentarse adecuadamente.