¡Viral! Cubanos se unen para entregar cenas a personas que viven en las calles de La Habana Vieja

Redacción

En La Habana Vieja, un grupo de cubanos comprometidos con la solidaridad y la ayuda humanitaria llevó a cabo una noble iniciativa durante la Navidad, proporcionando cenas a más de 40 personas en situación de calle, incluyendo a algunos con discapacidad. Esta acción fue liderada por el Proyecto Humanitario Aliento de Vida, una iniciativa privada que se dedica a distribuir alimentos a personas sin hogar y ancianos sin recursos en la capital cubana.

Yankiel Fernández, quien coordina el proyecto, compartió en su perfil de Facebook imágenes conmovedoras de esta actividad. Las fotografías mostraban a personas que viven en las calles de áreas como el boulevard, Prado y Galiano, recibiendo un plato de comida que incluía congrís, carne, ensalada y plátano hervido. Esta cena de Navidad fue un gesto de generosidad y compasión en un momento en que muchas personas en Cuba enfrentan dificultades extremas.

El esfuerzo de Yankiel y su equipo para organizar esta cena solidaria de Navidad para 50 personas sin hogar en La Habana fue un proceso que requirió varios días de preparación, y el grupo compartió en redes sociales los detalles de los preparativos. Esta iniciativa, que regularmente ofrece almuerzos a 28 ancianos que viven solos y carecen de recursos, tuvo que solicitar ayuda en noviembre para mantener el comedor en funcionamiento, dada la grave crisis que atraviesa el país.

En un llamado a la solidaridad, Yankiel pidió colaboración económica para comprar los alimentos necesarios, incluyendo arroz, pollo, salchichas, picadillo y huevos. «Lo que puedan donar, de verdad lo agradecemos mucho, estamos en días difíciles», expresó en su publicación en Facebook, proporcionando los números de cuenta para las donaciones y un número de teléfono para confirmar las contribuciones.

El Proyecto Humanitario Aliento de Vida, que lleva nueve años en funcionamiento, enfrenta cada día mayores desafíos para continuar con su labor en un país donde la población de ancianos es cada vez mayor y más vulnerable. «Hoy los ayudamos a ellos, mañana los ancianos seremos nosotros y nos toca hoy mirarnos en este espejo», reflexionó Yankiel en otra publicación.