El gobierno cubano ha anunciado una nueva medida para regular el precio del pollo vendido por las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), en un contexto marcado por la escasez de alimentos y la alta inflación que ha llevado a precios elevados en el mercado. Esta decisión fue comunicada por el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, durante una emisión de la Mesa Redonda televisiva.
Regueiro explicó que el pollo, siendo un producto importado, requiere de esfuerzos significativos por parte del Estado para asegurar su disponibilidad en la canasta familiar normada. Sin embargo, expresó su preocupación por los altos precios a los que se vende el pollo en el mercado paralelo, calificándolos de especulativos y abusivos. Estos precios, según el ministro, no se corresponden con los costos reales y los mercados de adquisición del producto.
El ministro aclaró que el objetivo no es regular todos los precios, ya que esto resultaría en un sistema difícil de gestionar y limitaría la dinámica de concertación de precios. Sin embargo, enfatizó la necesidad de proteger ciertos consumos esenciales para la población. En este sentido, mencionó que las regulaciones de precios deben adaptarse a las características productivas de cada territorio, sus capacidades y niveles de consumo, especialmente en lo que respecta a los productos agrícolas.
Regueiro subrayó la necesidad de aplicar más rigor y sistematicidad en el mecanismo de concertación de precios, fortaleciendo las regulaciones y el control. Reconoció que actualmente la oferta de productos estatales está bastante deprimida, lo que complica aún más la situación.
Esta medida busca aliviar la carga económica sobre los ciudadanos cubanos, quienes enfrentan dificultades para acceder a productos básicos como el pollo debido a los altos precios. La regulación de precios es un paso hacia la estabilización del mercado, aunque también plantea desafíos en términos de implementación y efectividad.
