En medio de la aguda crisis alimentaria que afecta a Cuba, los huéspedes del hotel Sol Palmeras en Varadero disfrutaron de una opulenta cena de Nochebuena, un contraste marcado con la realidad que enfrentan muchos cubanos en estas fechas festivas.
La cadena hotelera, a través de sus redes sociales, compartió imágenes de la lujosa cena ofrecida, que incluyó una amplia variedad de carnes, ensaladas, mariscos, frutas, entremeses, una extensa selección de cócteles y exquisita pastelería. “La noche de anoche fue inolvidable, y aquí te dejamos algunas de las razones. Además, ¡estabas tú con nosotros! ¿Existe un mejor motivo?”, expresaron en una de sus publicaciones.
La oferta gastronómica del hotel no se limitó a la cena de Nochebuena. “¡Se acerca la navidad y ya podemos saborear la noche de christmas!”, anunciaron en otra publicación, detallando un menú que incluía desde bastones de hojaldre hasta tortines de chocolate. Además, promocionaron almuerzos a la parrilla cada mañana, con opciones como paella y salchichas, disponibles cerca de la playa.
Esta escena de abundancia contrasta drásticamente con la situación de muchos cubanos, quienes enfrentan dificultades para acceder a alimentos básicos y no pueden permitirse una cena digna debido a la escasez y los altos precios. “El que pueda comerse un pedazo de carne de puerco a 500 pesos, pero el que vive de un salario no puede. Eso es más que triste”, lamentó una anciana en una entrevista. Otra mujer, madre y abuela, expresó su imposibilidad de comprar carne de cerdo o pollo con su salario de 3,500 pesos.
La desesperanza se refleja en las palabras de un cubano, cuyo texto sobre la realidad de la isla se hizo viral: “Se nos está apagando la alegría… Ya no nos emocionan las celebraciones de fin de año, solamente deseamos poder comer algo a diario y agradecer por sobrevivir. Muchos solo esperamos que el año que viene llegue el parole”.
En septiembre, el Centro de Convenciones Plaza América en Varadero fue sede del XIII Festival Internacional Varadero Gourmet 2023, un evento que destacó la comida criolla como patrimonio cultural, en un contexto donde muchos cubanos luchan por acceder a alimentos básicos. A pesar de las dificultades económicas, la prensa oficialista destacó el evento como una demostración del talento y voluntad de quienes trabajan y viven en Cuba.
Este contraste entre la opulencia en los hoteles para turistas y la dura realidad de los ciudadanos cubanos pone de manifiesto las profundas desigualdades que existen en la isla, donde el acceso a alimentos básicos se ha convertido en un lujo para muchos.