En la isla caribeña, la espera por el cobro de remesas se ha convertido en una verdadera odisea para muchos ciudadanos, según denuncias recientes. El Banco Popular de Ahorro (BPA) está en el centro de la polémica, ya que se reportan demoras que alcanzan más de un mes para recibir los fondos provenientes del exterior. Uno de los afectados, que prefirió mantenerse en el anonimato, compartió con el medio independiente Diario de Cuba su experiencia, revelando que «en diciembre pagaron envíos de septiembre».
El informe de DDC subraya que las mayores tardanzas se presentan cuando las remesas son enviadas en euros. Este fenómeno se intensifica en provincias como Santiago de Cuba, Mayabeque y Camagüey, donde los ciudadanos enfrentan dificultades para acceder a los fondos enviados desde el extranjero.
Según un testimonio proporcionado por una empleada del BPA, los clientes deben realizar una reservación en el banco y, una vez que hay disponibilidad de fondos, son notificados por teléfono para recoger su remesa. Sin embargo, el tiempo de espera es incierto: «Podría ser una semana, o un mes. No hay un plazo fijo», advierte la empleada.
El economista independiente Ángel Marcelo Rodríguez Pita arroja luz sobre la situación, indicando que, en la capital, La Habana, la espera puede extenderse a dos o tres semanas. Además, señala que hay más problemas con las remesas en euros, en comparación con las enviadas en dólares. Rodríguez Pita también destaca un problema particular para residentes suizos o italianos en la isla: se les retiene hasta seis meses su pensión de jubilación debido a la falta de liquidez en euros.
Las remesas, que constituyen la principal fuente de ingresos para muchas familias cubanas, se enfrentan a un panorama complicado. Un artículo del Observatorio Cubano de Conflictos estima que el régimen cubano ha recibido un total de 300 millones de dólares entre remesas y subsidios desde 1960. Desde 1993, Cuba ha recibido más de 102,252 millones de dólares de emigrados cubanos, principalmente de EE. UU., según un estudio citado por Cuba Siglo XXI. Este flujo financiero comprende 52,252 millones en remesas familiares y 50,000 millones en paquetes con alimentos, medicinas y otros bienes de consumo.
La economía cubana enfrenta así uno de sus desafíos más apremiantes, afectando directamente a las familias que dependen de estas remesas para satisfacer sus necesidades básicas. La incertidumbre en torno a los plazos de espera y la retención de fondos en monedas específicas subrayan la urgencia de abordar estas cuestiones y buscar soluciones que alivien las dificultades económicas que enfrenta la población cubana.