La tensión en las calles de La Habana alcanzó un nuevo nivel cuando un ómnibus de transporte público de la ruta P10 fue objeto de un violento ataque con piedras por parte de un grupo de adolescentes. La agresión tuvo lugar después de que el conductor decidiera no detenerse en una parada debido a la alta ocupación del vehículo.
El ómnibus, conocido como P10 y que cubre la ruta de Playa a La Víbora, se convirtió en el blanco de jóvenes que, al parecer, no tomaron bien la decisión del conductor de no parar en una de las paradas planificadas. Leandro’h Sala’h, un usuario en el grupo de Facebook Accidentes Buses & Camiones, relató el incidente, indicando que «el chofer no paró en la parada porque iba lleno. Y cuando vamos a mitad del camino, varios grupos de chamacos apedrearon la guagua». El vehículo, ante la agresión, optó por continuar su trayecto.
En los comentarios de la publicación, otros internautas compartieron experiencias del lamentable suceso. Uno de ellos narró que su padre, chofer de esa misma ruta, fue víctima de piedrazos por parte de jóvenes en Monte Barreto, describiendo cómo le rompieron el cristal y la ventana de los costados. La oscuridad en la zona complicó la situación, obligando al conductor a acelerar para evitar lesiones en el personal a bordo.
Otra usuaria, cuyo esposo estaba en el ómnibus atacado, detalló que los agresores eran jóvenes de entre 13 y 14 años. La preocupación en los comentarios se centró en la posibilidad de que estos actos se vuelvan habituales, subrayando la importancia de la intervención policial y, sobre todo, de la conciencia de los padres respecto a las acciones de sus hijos.
Este incidente se suma a otros episodios de violencia en las calles de La Habana, como el ataque a un taxi estatal en julio y la presencia de hombres encapuchados que dañan vehículos en el municipio de Marianao.