El gobierno de Cuba ha tomado una decisión trascendental que afectará a la vida cotidiana de sus ciudadanos: la eliminación del subsidio universal a la canasta básica de alimentos. Esta medida, anunciada por el primer ministro Manuel Marrero Cruz durante el Segundo Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, marca un cambio significativo en la política económica del país.
Marrero Cruz explicó que el objetivo es cambiar el enfoque de los subsidios, pasando de los productos a las personas. Según sus palabras, este cambio busca establecer un sistema más equitativo y eficiente. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tendrá la tarea de identificar a las personas más vulnerables y proporcionarles la ayuda necesaria.
El primer ministro destacó la injusticia de que personas con diferentes niveles de ingresos reciban el mismo subsidio. “No es justo que reciban lo mismo los que mucho tienen que los que muy poco tienen”, afirmó. Esta declaración viene en un momento en que el 88% de la población cubana vive en condiciones de pobreza extrema, lo que plantea serias dudas sobre la efectividad de estas medidas para aliviar la difícil situación económica de la isla.
La inseguridad alimentaria en Cuba es un problema grave, y aunque los subsidios actuales han ofrecido cierto alivio, la población sigue enfrentando dificultades para acceder a productos básicos. Marrero Cruz mencionó los problemas de suministro de productos esenciales, como el arroz, que se han visto afectados por factores externos, como la bajada de los niveles de agua en el Canal de Panamá.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos ha informado de un aumento significativo en la tasa de pobreza y en la crisis alimentaria en Cuba. Estos datos reflejan el deterioro de la situación económica y social en la isla, lo que pone en duda la capacidad del gobierno para implementar medidas que realmente mejoren la vida de los cubanos.
El primer ministro reconoció que el país no puede seguir subsidiando productos y servicios como el tabaco y el cigarro. En un contexto donde el gobierno ha admitido el fracaso de la “tarea ordenamiento” y busca un nuevo enfoque en su política económica, el presidente Miguel Díaz-Canel ha enfatizado la necesidad de una “recuperación económica”. Las medidas anunciadas, según Díaz-Canel, son esenciales para dar un impulso necesario a la economía del país.
Esta decisión del gobierno cubano de poner fin al subsidio universal a la canasta básica de alimentos es un paso importante, pero también arriesgado. Queda por ver si las medidas propuestas serán suficientes para abordar los desafíos económicos y sociales que enfrenta la isla y si realmente lograrán mejorar la vida de los ciudadanos más vulnerables.
