En un sorprendente acto de vandalismo, el Parque Ignacio Agramonte de la ciudad de Camagüey fue testigo de la desaparición de un elemento emblemático: la soga utilizada para izar la bandera cubana. La noticia, reportada esta semana por el periodista cubano José Luis Tan Estrada, revela un incidente que ha conmocionado a la comunidad local.
El suceso fue compartido por Tan Estrada, quien expresó su asombro al informar: “El colmo. Se robaron la soga de izar la bandera en el Parque Ignacio Agramonte de la ciudad de Camagüey. Un parque céntrico con un gran valor histórico y cultural”. La imagen compartida por el reportero muestra el momento en que las autoridades reponían el elemento sustraído.
En medio de la incertidumbre, el periodista añadió escuetamente: “En estos momentos estaban poniendo una nueva”, sin proporcionar más detalles sobre los posibles responsables o las circunstancias que rodearon el robo. Este incidente deja en evidencia la vulnerabilidad de los espacios públicos en Cuba y plantea preguntas sobre la seguridad de los símbolos patrios.
La situación recuerda a otro episodio de marzo pasado, cuando ladrones en el municipio de Matanzas fueron detenidos por robar las luces de una nueva escultura en Cárdenas. En ese caso, las luminarias instaladas dos semanas antes en la escultura del cangrejo fueron destruidas por jóvenes en un acto vandálico. La policía local logró capturar a los responsables, quienes actualmente se encuentran bajo investigación.
La nota oficial emitida en ese momento señaló: “Los sujetos involucrados fueron capturados inmediatamente por fuerzas del orden interior y se encuentran bajo investigación”. Sin embargo, la falta de interés de testigos y ciudadanos en denunciar el acto vandálico sugiere una complejidad más profunda en la relación entre la comunidad y la seguridad de los espacios públicos en Cuba.