En un caso de corrupción que ha sacudido a la comunidad de Sancti Spíritus en Cuba, el director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Aseguramiento y Servicios de Productos Lácteos de la empresa Río Zaza, junto con otros empleados, han sido condenados a penas de prisión por un robo continuado de grandes cantidades de yogur de soya. Según informes del diario oficialista Escambray, este delito, que tuvo lugar entre enero y agosto de 2020, involucró la malversación de aproximadamente 90 mil litros de yogur destinados originalmente a niños de entre siete y 14 años.
El yogur, en lugar de ser distribuido a los niños, fue desviado para alimentar cerdos en la finca Jobo Dulce, propiedad del director de la UEB, cuya identidad no fue revelada por el medio. La operación corrupta implicó la falsificación de documentos para simular la entrega del yogur al comedor de la UEB, cuando en realidad todo terminaba en la granja porcina.
El Tribunal Municipal Popular de Sancti Spíritus dictaminó que el director de la UEB, identificado como el principal responsable del esquema, deberá cumplir una condena de seis años de cárcel. Además, se ordenó el decomiso de 19 cerdos de su propiedad, alimentados con el yogur desviado. Por su parte, la jefa de brigada del comedor de la UEB Pasteurizadora fue sentenciada a cinco años de prisión por su papel de cooperadora en la falsificación de documentos. Otros seis trabajadores involucrados en el caso recibieron condenas que varían entre 10 meses y cuatro años.
Este escándalo no solo representa una pérdida económica significativa para la empresa Río Zaza, sino que también ha minado la confianza de la población cubana en sus instituciones, especialmente en un contexto tan desafiante como el de la pandemia de COVID-19. Este caso pone de manifiesto cómo la corrupción y la malversación de recursos pueden tener un impacto devastador en la sociedad, exacerbando los problemas sociales, económicos y políticos ya existentes en el país.