En un giro trágico del destino, La Habana se estremece ante la pérdida de dos jóvenes talentosos en un fatal accidente de tránsito. Erick Ramayo, un hábil joyero y único hijo de su familia, y su novia, Susana Milanés, una talentosa graduada en música especializada en contrabajo, han dejado un vacío imborrable en sus círculos cercanos y en la comunidad.
La noticia, compartida a través de las redes sociales, ha conmovido a amigos y familiares que detallaron las singulares pasiones y emprendimientos de estos jóvenes. Erick, dedicado a la joyería, y Susana, emprendedora de pulseras tejidas a mano, eran jóvenes comprometidos con sus sueños y talentos únicos.
El trágico suceso tuvo lugar recientemente en la avenida Boyeros, específicamente en el tramo del reparto Primero de Mayo, cerca de Santiago de las Vegas. Testigos del accidente relatan que Erick manejaba la moto y falleció en el lugar, mientras que Susana perdió la vida antes de llegar al hospital. El impacto se produjo contra un tractor cuyo conductor, según testigos, cometió una infracción de tránsito antes de darse a la fuga.
“El culpable del accidente fue el chofer de un tractor que hizo un giro indebido, atravesándose delante de la moto y después se dio a la fuga”, lamentó una persona cercana al incidente.
La comunidad se une en el dolor y envía mensajes de condolencias a las familias afectadas, reflexionando sobre la fragilidad de la vida y la importancia de la seguridad vial. Este trágico incidente también resalta una preocupación creciente en Cuba, ya que, según fuentes oficiales, durante los primeros diez meses del año se registró un alarmante aumento del 12.8% en el número de accidentes de tránsito en comparación con el mismo período del año anterior.
En medio del luto y la consternación, recordamos a Erick y Susana como individuos apasionados y talentosos, cuyas vidas fueron truncadas prematuramente. La tragedia no solo impacta a las familias y amigos directos, sino que también insta a la sociedad a reflexionar sobre la importancia de la seguridad vial y la responsabilidad de todos al volante. En honor a la memoria de estos jóvenes, unámonos en un llamado a la conciencia y el respeto en las carreteras cubanas.