La Iglesia Católica en Cuba ha emitido su mensaje navideño anual, resonando profundamente con la realidad que vive el pueblo cubano. Inspirándose en las palabras del profeta Isaías sobre un pueblo que caminaba en tinieblas y vio una gran luz, los obispos católicos reflejan la sensación de caminar en medio de la noche que permea en la sociedad cubana.
El año que termina ha sido particularmente desafiante para Cuba, marcado por una situación dramática en cuanto a la alimentación, las medicinas y los servicios en general. La creciente emigración de personas de todas las edades y profesiones ha añadido al sufrimiento material el dolor de la separación, dejando a muchos adultos mayores en soledad y desamparo. Los salarios insuficientes para una nutrición adecuada y otras necesidades básicas son una realidad palpable.
La revista Vida Cristiana, que publicó el mensaje, destaca la ausencia de los presos en los hogares y comunidades cristianas, así como la confusión, tristeza y desesperanza en muchos cubanos. La economía no muestra signos de mejora y la falta de reconocimiento de opiniones y pensamientos plurales sigue siendo un obstáculo.
La Iglesia expresa su deseo de que Dios brinde alegría, paz y esperanza al pueblo cubano, reconociendo que sin estos sentimientos, el ser humano pierde su entusiasmo por la vida. Los sacerdotes resaltan el carácter alegre, creativo y emprendedor del cubano, instando a la creación de oportunidades reales para el desarrollo de sus potencialidades.
El mensaje recuerda que la profecía de Isaías se cumple en Navidad con el nacimiento de Jesús, un tiempo para celebrar el amor de Dios por la humanidad. La Iglesia invita a la celebración en familia y en la comunidad cristiana, a pesar de las limitaciones, enfatizando la importancia de compartir, visitar a los enfermos y solitarios, rezar, leer la Biblia y abrir los corazones a Dios.
El año pasado, la Iglesia Católica de Cuba envió un mensaje de fe y esperanza, especialmente a las familias afectadas por la emigración, recordándoles la luz de Jesús. También abogaron por la liberación de los presos, lo que traería alegría a las familias y al pueblo en general, y destacaron la necesidad de despertar sentimientos de felicidad y esperanza en medio de las dificultades.