El destacado lanzador cubano Aroldis Chapman ha sido oficialmente reconocido por el Récord Guinness por su hazaña en el béisbol: el lanzamiento más veloz registrado en la historia de este deporte, alcanzando una impresionante velocidad de 105,8 millas por hora (MPH) en 2010.
«Gracias @guinnessworldrecords por este honor y el certificado. Récord de la velocidad de lanzamiento más rápida jamás registrada en la historia de la MLB, a 105,8 MPH», compartió Chapman en su cuenta de Instagram.
En un video publicado en la red social, el célebre pitcher, apodado «El Misil Cubano», se muestra emocionado al abrir una caja y descubrir el certificado de su récord mundial. Vestido con ropa deportiva y sentado en la parte trasera de una camioneta, Chapman no oculta su sorpresa y alegría al ver el reconocimiento: «Oh, un Récord Guinness», expresó con una sonrisa.
El récord se estableció el 24 de septiembre de 2010, cuando Chapman, jugando para los Rojos de Cincinnati, lanzó una bola a una velocidad asombrosa contra los Padres de San Diego. Aunque inicialmente se registró a 105 MPH, análisis posteriores confirmaron que la velocidad era aún mayor.
Aunque existen leyendas en la MLB que se cree que han lanzado más rápido, como Nolan Ryan en 1974 con 108,1 mph y Bob Feller en 1946 con 107,6 mph, la falta de tecnología precisa en aquellos tiempos hace que estos lanzamientos no sean oficialmente reconocidos, según explicó Usa Today.
Chapman, quien ha jugado varias temporadas con los Yankees de Nueva York, recientemente firmó un contrato de un año con los Reales de Kansas City para la temporada 2023.
En la temporada 2023, otro lanzador de los Cincinnati Reds, Hunter Greene, estuvo cerca de superar las 105 mph con un lanzamiento que inicialmente se registró en 105,2 mph.
En el ámbito universitario, también se han visto lanzamientos impresionantes. Ben Joyce, de los Tennessee Volunteers, lanzó una bola a 105,5 mph en un juego contra Auburn el 1 de mayo de 2022, según la MLB. Este lanzamiento es solo 0,3 mph más lento que el récord de Chapman y se considera el segundo lanzamiento más rápido en la historia de la MLB, si hubiera sido realizado en un juego de las Grandes Ligas.