Keila Proenza, una madre cubana de tres niños de 10, 8 y 7 años, ha expresado su desesperación y disposición a vender un riñón para poder alimentar a sus hijos, en un desgarrador video compartido en redes sociales. Residiendo en Manzanillo, provincia de Granma, Proenza relató entre lágrimas su lucha diaria para proveer a sus hijos.
“Es un esfuerzo inmenso para una madre en Cuba, incluso trabajando. No hay nada disponible. El jefe de sector me amenaza con acusarme de afectar la educación de mis hijos porque no los envío a la escuela por falta de comida”, dijo Proenza.
Explicó que su hijo mayor, Jairo, sufre físicamente por ir a la escuela sin un desayuno adecuado. “Cuando hay pan en la bodega, los mando a la escuela y su desayuno es solo la mitad de un pan agrio. No hay comida, no hay nada. Todos lo saben”, añadió.
Inspirada por otra madre que ofreció un riñón a cambio de una vivienda para sus hijos, Proenza investigó y decidió que también está dispuesta a tomar medidas extremas para asegurar el bienestar de sus hijos.
“Sé que recibiré críticas por esta publicación, pero no puedo soportar más ver a mis hijos pasar hambre. No puedo esperar a que se mueran de hambre. Quiero que mis hijos mejoren ahora”, concluyó.
Proenza, que vive en el reparto Horacio Rodríguez en Manzanillo, ya había vendido casi toda su ropa y zapatos en mayo para comprar alimentos.
Esta situación refleja la creciente desesperación de padres cubanos incapaces de alimentar a sus hijos debido a los altos precios y las políticas económicas y sociales del gobierno. No es la primera vez que una madre cubana considera vender un órgano a cambio de comida para su hijo, evidenciando la grave crisis alimentaria en la isla.
