El descubrimiento de un esqueleto petrificado de un ictiosaurio en una cueva del Valle de Viñales ha marcado un hito en la paleontología cubana. Este hallazgo, realizado por René Dopico, un campesino de 60 años, ha revelado un fósil de más de 130 millones de años, considerado el más completo de un reptil del mesozoico en Cuba.
Dopico, quien pasó gran parte de su infancia en la cueva, descubrió el esqueleto incrustado en la roca de manera fortuita. El fósil, que mide entre tres y cuatro metros de largo y data del periodo Cretácico inferior, ha sido aclamado por expertos como el descubrimiento paleontológico más significativo del siglo en la isla.
El doctor Manuel Iturralde, especialista en Ciencias Geológicas, y el investigador Yasmani Ceballos han confirmado que este es el primer esqueleto articulado de un reptil de gran tamaño hallado en Cuba. El fósil incluye partes del cráneo, la columna vertebral casi completa, costillas, y otros huesos y aletas del ictiosaurio.
Los estudios preliminares sugieren que el fósil podría datar del Cretácico inferior, una era en la que los restos fósiles de ictiosaurios son escasos a nivel mundial. Dopico, quien anteriormente había encontrado fósiles de amonites, no era consciente de la importancia de sus hallazgos hasta que comenzó a compartirlos con los turistas.
La investigación sobre este descubrimiento continúa, con planes de realizar fotogrametría y tomar muestras de roca para precisar la edad del fósil. Se ha restringido el acceso a la cueva para preservar el hallazgo y se coordinará con especialistas cubanos y extranjeros.
Los ictiosaurios, conocidos como “peces lagarto”, fueron depredadores marinos que dominaron los océanos durante el Triásico, mucho antes que los dinosaurios. Se extinguieron en el Cretácico Superior, dejando un legado fascinante en la historia de la evolución.
Este descubrimiento en Cuba no solo enriquece el conocimiento sobre la vida prehistórica en la isla, sino que también aporta información valiosa sobre estos antiguos habitantes de los océanos.
