El reconocido lanzador cubano Noelvis Entenza, actualmente parte del equipo Cocodrilos de Matanzas en la II Liga Élite de béisbol, expresó su frustración en Facebook por no tener una vivienda propia en Matanzas, a pesar de representar a esta provincia durante muchos años.
“Estoy decepcionado. Por favor, si alguien sabe de un alquiler con garaje en la ciudad de Matanzas, contáctenme en privado lo antes posible”, escribió Entenza, quien es originario de Cienfuegos, en la red social.
La publicación del jugador desató una ola de comentarios, la mayoría criticando la situación como “injusta”, considerando que un lanzador de su talento aún no disponga de su propia vivienda en Matanzas.
Un comentario que resaltó fue el de su compañero de equipo, el lanzador Naikel Cruz, quien expresó: “Es lamentable llegar a este punto. Lo irónico es que seguimos amando el béisbol a pesar de todo. Ánimo, hermano”.
Anteriormente, en junio de este año, Entenza ya había manifestado su descontento con su situación en el béisbol cubano a través de las redes sociales. En una publicación en Facebook, el lanzador, nativo de Palmira en Cienfuegos, mencionó sentirse “mentalmente agotado” por las “mentiras, injusticias, falsas esperanzas y el trabajo en vano”.
Entenza expresó que se le estaban “agotando las fuerzas y la paciencia” después de “muchos años en el aire”. Aunque no entró en detalles, sus palabras reflejan claramente su frustración como atleta de alto rendimiento en el ámbito deportivo cubano.
Sobre la situación de Noelvis Entenza en Matanzas Reina Esther González, una usuaria, comentó en la publicación de Entenza, proporcionando más contexto sobre la situación que ha generado tanta molestia al jugador.
“Ha sido víctima de engaños y manipulación. No lo han atendido adecuadamente. Lo trasladaron de La Habana a Matanzas prometiéndole ciertas cosas. Entregó su casa en La Habana con la esperanza de que, si ganaba el campeonato, sería reconocido y recibiría lo que necesitaba. Pero fue engañado”, explicó González.
Entenza inició su carrera en el béisbol cubano en 2003 con los Elefantes de Cienfuegos, destacándose como lanzador abridor. Una década más tarde, se mudó a La Habana para unirse a los Industriales. Como refuerzo en las postemporadas, jugó para Granma y Holguín. Finalmente, en 2019, se incorporó a los Cocodrilos de Matanzas, equipo con el que sigue jugando actualmente.