Un sketch reciente de Maikito y La Mai destaca la peculiaridad de ser “vegano” en Cuba, donde la realidad alimentaria es tan única como diversa.
El video, compartido en la cuenta de Los Pichy Boys, muestra a Maikito revelando a La Mai que no consume proteína animal. “¡Ay qué cool! ¿Tú eres vegano igual que yo?”, exclama entusiasmada La Mai. Sin embargo, la respuesta de Maikito revela la cruda verdad: “No mi amor, yo no soy vegano, yo vivo en Cuba”.
Más allá de la comedia, la lista de alimentos que Maikito menciona evita, total o parcialmente, muchos platos tradicionales cubanos. En una isla donde la carne, el pescado y los productos lácteos son a menudo inaccesibles y prohibitivos, la situación alimentaria se convierte en una realidad diaria.
La crisis alimentaria en Cuba, marcada por precios elevados y escasez generalizada, no solo es tema de denuncia en redes sociales, sino también fuente de inspiración para el humor. Artistas como La Crema han abordado la difícil situación en parodias musicales, como “No hay mandao”, lanzada recientemente.
“Fui a la bodega para buscar los mandao (no hay mandao, no hay mandao), el almacén vacío y el pueblo desesperao (porque no hay mandao, no hay mandao)”, entona La Crema en su canción, reflejando la constante lucha que muchos cubanos enfrentan para obtener alimentos básicos.
La peculiaridad de ser “vegano” en Cuba se vuelve más evidente cuando la escasez se convierte en un obstáculo cotidiano. Más allá de las risas, el humor revela una realidad alimentaria única y desafiante que muchos cubanos experimentan a diario, donde la dieta “vegana” no es una elección de estilo de vida, sino una adaptación a las circunstancias impuestas por la crisis. En medio de la risa, se encuentra una verdad incómoda sobre la vida cotidiana en la isla.