El gobierno cubano ha manifestado su interés en adquirir armamento de Bielorrusia, poniendo especial énfasis en los misiles con capacidad de alcanzar hasta 300 kilómetros. Esta información fue revelada por medios de comunicación de Bielorrusia, tras una reunión en La Habana entre representantes militares de ambos países.
Según un informe de la Agencia EFE, se ha establecido un plan de cooperación militar significativo entre las Fuerzas Armadas de Bielorrusia y Cuba. Entre los equipos de interés para Cuba, se encuentran las lanzaderas de misiles Polonez, destacadas por su alcance de hasta 300 kilómetros.
El Ministerio de Defensa de Bielorrusia confirmó que las negociaciones en curso en La Habana involucran a representantes militares de ambos países, quienes han delineado un proyecto de cooperación militar y un plan de eventos bilaterales para el año 2024.
La delegación militar de Bielorrusia, liderada por el coronel Valery Revenko, fue recibida por el general de división Roberto Legrá Sotolongo, jefe del Estado Mayor del Ejército cubano. Durante su estancia, los militares bielorrusos visitaron instalaciones militares clave en Cuba, incluyendo una división de tanques y una brigada de defensa antiaérea.
Los misiles Polonez, desarrollados por la Planta de Electromecánica de Precisión de Bielorrusia, están diseñados para realizar ataques precisos contra concentraciones de fuerzas enemigas, incluyendo personal militar, vehículos blindados, centros de comando, depósitos de municiones y aeródromos. Según la revista rusa Sputnik, estos misiles pueden atacar hasta ocho objetivos simultáneamente en un área de hasta 400 kilómetros cuadrados, alcanzando velocidades de 2.500 km/h y siendo difíciles de interceptar por sistemas de defensa antiaérea debido a su pequeña superficie reflectante.
Esta iniciativa de compra de armamento se produce en un contexto donde el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, visitó recientemente Bielorrusia, firmando acuerdos que incluyen la provisión de productos esenciales como leche, carne, fármacos y tractores, vitales para Cuba en su actual crisis económica.