El martes pasado, un trágico incidente en el municipio El Salvador, provincia de Guantánamo, Cuba, resultó en la muerte de un adolescente y dejó a otro gravemente herido debido al impacto de un rayo. Dairon Pérez, de 15 años, estudiante de primer año en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, fue la víctima fatal del suceso. Un segundo adolescente, cuya identidad no ha sido revelada, está actualmente hospitalizado en el Hospital Pediátrico Pedro Agustín Pérez.
El periodista Miguel Reyes Mendoza informó sobre el incidente en las redes sociales, aunque no se han proporcionado más detalles sobre las circunstancias del suceso.
Este evento no es un caso aislado en Cuba, donde las muertes por descargas eléctricas han sido frecuentes en los últimos meses. En mayo, un rayo hirió a siete personas cerca del edificio de la Empresa de Servicios a la Unión del Níquel (ESUNI) en Moa, provincia de Holguín. En ese incidente, Dunielkis Fonseca Borges, una de las heridas, sufrió un paro cardíaco en el lugar y, a pesar de ser reanimada y hospitalizada, falleció posteriormente.
Las descargas eléctricas son la principal causa de muerte por fenómenos naturales en Cuba, según un estudio del 2022 del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) y el Instituto de Meteorología (INSMET). Entre 1987 y 2017, se registraron en promedio 54 muertes anuales por impacto de rayos, sumando un total de 1,742 decesos en ese período, una cifra significativamente mayor que las muertes causadas por huracanes, tornados y lluvias intensas.
Las provincias con más muertes por descargas eléctricas en esas tres décadas fueron Granma, Holguín, Camagüey y Santiago de Cuba. Los meses con mayor número de muertes fueron julio, agosto y junio. A pesar de que la mayoría de las tormentas eléctricas ocurren al sur de Pinar del Río, en Matanzas y Mayabeque, muchas también se producen en zonas montañosas de Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo.
