Descubre la asombrosa historia de Andrew Hernández, un niño cubano de 9 años cuya pierna fue salvada tras ser aplastada por una pipa de agua en un trágico accidente.
El 3 de junio, Andrew disfrutaba de un juego inocente con amigos frente a su casa en el municipio de Cabaiguán, Sancti Spíritus, cuando una pipa de agua, al retroceder, arrolló su pierna.
Inmediatamente trasladaron al pequeño al hospital más cercano, marcando el comienzo de una odisea para preservar su pierna. La madre, Katiuska Carrero Brito, compartió los detalles: «Ese día, la pipa de agua le atrapó el pie. Lo llevamos al hospital de Cabaiguán, lo hidrataron y curaron, pero lo remitieron a Sancti Spíritus».
En el hospital provincial, Andrew fue sometido a una operación urgente. A pesar de que la intervención inicial fue exitosa, la lesión por aplastamiento no sanaba, y su pie se deterioraba rápidamente.
Los médicos especialistas, ante la gravedad de la situación, tomaron medidas rápidas. «Decidieron llevarlo al quirófano, era una lesión grave que requería intervención», explicó la madre.
A pesar del esfuerzo inicial, la situación empeoró. El tejido aplastado se necrosaba, exponiendo huesos y tendones. La familia se enfrentó a la posibilidad de una amputación, ya que los especialistas no veían alternativas viables.
«Los médicos nos explicaron que el niño se estaba deteriorando, sin opciones aparentes», relató la madre.
En un giro inesperado, los médicos optaron por el Heberprot, un medicamento cubano diseñado para tratar el pie diabético. La madre compartió: «Decidieron usar el Heberprot, y dio los buenos resultados que esperábamos».
La situación cambió radicalmente gracias a este medicamento innovador, evitando la amputación y permitiendo que Andrew conservara su pierna. Este caso destaca la pericia y la dedicación de los médicos especialistas que, enfrentándose a un panorama desafiante, encontraron una solución innovadora.