Las cenizas de Fidel Castro, que reposan en el cementerio de Santa Ifigenia, no contienen la cabeza del exlíder cubano, de acuerdo con afirmaciones que sostienen que fue decapitado antes de su cremación.
Según fuentes cercanas al empresario e influencer Juan Juan Almeida, la cremación se llevó a cabo en el Hospital CIMEQ, con la presencia de Raúl Castro, Dalia Soto del Valle —la esposa de Fidel—, y algunos de sus hijos. Soto del Valle expresó su deseo de conservar una parte de las cenizas, pero Raúl lo rechazó.
La decisión de Raúl se fundamentó en el temor de que los descendientes de Fidel pudieran eventualmente mancillar su legado. Se dice que el cuerpo de Fidel fue incinerado sin su cabeza, la cual fue separada por un equipo forense con el objetivo de preservar el cráneo después de ciertos procedimientos.
Desde entonces, circulan rumores de que Raúl tiene en su poder tanto el cráneo como la dentadura de Fidel, aunque los motivos detrás de esta práctica funeraria son un misterio. Esto plantea interrogantes sobre la devoción que algunos comunistas muestran hacia la tumba de Fidel Castro en Santiago de Cuba, donde incluso se celebran bodas, sin saber que la cabeza del líder no está entre las cenizas.
El 5 de diciembre de 2016, los restos de Fidel llegaron al cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, para ser depositados en un monolito erigido en su honor. Desde que Fidel sufrió una enfermedad intestinal en 2006, que lo llevó a delegar el poder a su hermano, se comenzó a diseñar su mausoleo, que incluye una enorme piedra situada antes de la tumba de José Martí.
A varios años de su fallecimiento, se estima que más de 4 millones de personas han visitado su tumba, muchas de ellas en excursiones organizadas por instituciones estatales, aunque también un gran número de visitantes extranjeros llegan a través de agencias de viajes. Todos estos visitantes desconocen las verdaderas circunstancias de su cremación.