La aerolínea Air Century, con sede en República Dominicana, ha suspendido sus vuelos de Cuba a Nicaragua en respuesta a las recientes sanciones anunciadas por el gobierno de Estados Unidos. Estas sanciones están dirigidas a las compañías de vuelos chárter que facilitan la migración ilegal.
El Departamento de Estado de EE.UU. ha impuesto restricciones de visado bajo la Ley de Inmigración (INA) a los propietarios, ejecutivos y altos funcionarios de empresas que ofrecen vuelos chárter a Nicaragua. Estos vuelos son utilizados principalmente por migrantes irregulares que se dirigen a los Estados Unidos. El Departamento de Estado advirtió que estas medidas son solo el comienzo de una serie de acciones contra las compañías involucradas en estas operaciones.
Estos vuelos han sido criticados por cobrar precios exorbitantes y por poner a los migrantes en una peligrosa ruta terrestre hacia la frontera norte de Estados Unidos. Una mujer cubana entrevistada por Telemundo 51 expresó su desesperación al enterarse de la cancelación definitiva de su vuelo, que había sido organizado para su viaje a Nicaragua y posterior travesía hacia la frontera sur de EE.UU.
El vicepresidente comercial de Air Century confirmó la suspensión de los vuelos, citando directamente el anuncio del Departamento de Estado de EE.UU. sobre la cancelación de visas a los responsables de las aerolíneas que operan entre Cuba y Nicaragua.
El Departamento de Estado señaló que los vuelos chárter salen de Cuba llenos de pasajeros y regresan vacíos, lo que indica claramente su uso en el traslado de inmigrantes. Jesús Novo, abogado de inmigración del Gallardo Law Firm, destacó que estos vuelos son el inicio de la cadena migratoria, ya que son la principal fuente de migrantes que cruzan Centroamérica hacia la frontera sur de Estados Unidos.
La mayoría de estos vuelos se originan en el sur de Florida, donde las agencias de viajes venden boletos y contratan servicios de aerolíneas chárter. Desde 2021, cuando Nicaragua eliminó el requisito de visado para los cubanos, los precios de los boletos han llegado a costar hasta 4.000 dólares.
Existe preocupación de que otras aerolíneas, como Conviasa, que continúan operando vuelos a Nicaragua, puedan aumentar aún más los precios de los boletos en medio de la peor crisis migratoria que enfrenta Cuba.
