Madre en Cuba recupera la receta de “ropa vieja de cáscara de plátanos” para poder darle de comer “carne” a su familia

Redacción

En los primeros años de la década de los 90, Cuba atravesó un periodo especial, marcado por una crisis económica severa que puso a prueba la ingeniosidad y la resiliencia de su gente. En este contexto, las cocinas cubanas se convirtieron en verdaderos laboratorios de creatividad, donde las abuelas y madres, con su ingenio, transformaron la escasez en oportunidades para innovar en la gastronomía. Una de estas innovaciones culinarias es la “ropa vieja” hecha de cáscaras de plátano, una receta que no solo refleja la habilidad para adaptarse a circunstancias difíciles, sino también el espíritu de comunidad y solidaridad que caracteriza al pueblo cubano.

La historia de esta receta comienza con un encuentro casual en la fila de una panadería. Una joven cubana, testigo de una conversación entre dos mujeres, descubre una receta que simboliza la inventiva cubana durante el Periodo Especial. Una señora mayor, sobreviviente de aquellos tiempos difíciles, comparte con una madre joven, que enfrenta dificultades económicas, una receta única: la ropa vieja de cáscara de plátanos. “Siii ropa vieja”, le explicó la señora, y procedió a darle la receta.

La receta es un ejemplo de cómo la necesidad agudiza el ingenio. Se comienza hirviendo las cáscaras de plátano y, una vez enfriadas, se les pasa un tenedor para extraer las fibras que simulan la carne. Estas fibras se sofríen con aceite, puré de tomate, vino seco, sal y un poco de azúcar. El resultado es un plato exquisito que no solo sirve para salir de un apuro, sino que también es una delicia por derecho propio. “Queridos, les puedo contar que no solo para salir de un apuro, el sabor es exquisito”, relató la joven que escuchó la receta.

Más allá de ser una simple receta, la ropa vieja de cáscara de plátano es un legado de creatividad y supervivencia. En tiempos donde los recursos eran escasos, las cocineras cubanas se convirtieron en verdaderas alquimistas de la cocina, transformando los ingredientes más humildes en comidas nutritivas y sabrosas. Esta receta es un testimonio de cómo la cultura culinaria puede adaptarse y florecer incluso en las circunstancias más adversas.

La historia de la ropa vieja de cáscara de plátano es una de muchas que ilustran la resiliencia y creatividad del pueblo cubano durante el Periodo Especial. Estas recetas no solo proporcionaron sustento durante tiempos difíciles, sino que también fortalecieron el espíritu comunitario y la identidad cultural. La abuela de la panadería, con su receta mágica, no solo alimentó cuerpos, sino también almas, dejando un legado que trasciende el tiempo y las fronteras.